El experto de audiovida responde

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Los últimos datos del Instituto Nacional del Consumo revelan que 2 de cada 5 accidentes domésticos se producen en el cuarto de baño, una estancia de la casa que también se convierte en una verdadera batalla, cuando llega el momento de ser utilizada por una persona mayor o con algún tipo de discapacidad.

Los principales problemas suelen ser a causa de la bañera y la ducha, por la altura del lavabo y del inodoro, así como de la estrechez de las puertas de acceso y la falta de espacio interior, para manejarse con una silla de ruedas, algo en lo que coinciden varios estudios sobre accesibilidad en este área de la casa.

Uno de los objetivos de audiovida desde sus comienzos, hace ya casi una década, es procurar que la mayor autonomía y calidad de vida a las personas con discapacidad en estancias como ésta, facilitando, al máximo, también la labor de sus cuidadores, bien sean sus propios familiares o profesionales de distintos centros.

Un baño seguro está al alcance de todos

En esta tarea el baño es siempre un reto. Por ello, queremos utilizar este espacio, para facilitar unos consejos prácticos que hagan de esta estancia un lugar más seguro y adaptado a las personas que lo van a utilizar, sea cual sea su tipo de discapacidad o dificultad.

En la mayoría de las construcciones, la puerta de acceso al baño suele ser, incluso, más estrecha que las del resto de la casa, por lo que puede ser una de las primeras barreras que salvar, para entrar con una silla de ruedas.

En caso de tener que utilizar una silla de ruedas en el baño y aseo, suele haber modelos con medidas inferiores a las utilizadas para la calle, algo que de lo que debemos asegurarnos en la ortopedia.

 

La puerta del baño ha de tener 90 cm de paso

En caso de que, aún así, la silla de ruedas no entrara y fuera obligatorio hacer más grande el hueco de la puerta, las recomendaciones de los expertos en accesibilidad hablan de que hay que dejar un hueco de paso mínimo de 90 cm y abrirse hacia el exterior, en un ángulo mínimo de 90º, así como tener una manilla ergonómica con pestillo de seguridad, que permita abrirla desde el exterior. Además sería conveniente que tuviera un zócalo duro y resistente de unos 40 cm de alto, que la protegiera de los golpes de las ruedas de las sillas.

 

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Fecha: 26/10/2011